miércoles, 27 de mayo de 2009

Equipaje


Anoche mientras velaba,
entre sueños y suspiros,
bajo la luz de la luna
con mi corazón tranquilo,
quise de pronto pensar
en el fin de mi camino.

No fue ese un momento triste
ni me movió al desatino,
mas decidí organizarme
como un hombre precavido.

Imaginé el equipaje
para mi nuevo destino,
fue un ejercicio alegre,
relajado y divertido.

Pocas cosas, las precisas,
nada ocioso ni aburrido
que allí estaré mucho tiempo,
quizás... hasta el infinito.

Las escogí con cuidado,
quise ser muy selectivo
de entre todo lo que tengo,
lo que he vivido y sentido:

Tal vez una primavera,
un cielo de azul teñido,
el tomar entre mis brazos
mis hijos recién nacidos,
cada vez que me miraron
dos ojos agradecidos
y lo que alcancé a dar
de todo lo recibido.

Sólo faltaba un regalo
para completar mi hatillo.
Repasé de entre tanta vida
que es lo que hubiese escogido
si en la aduana del cielo
hubiese un papel escrito
que en letras de oro dijese
“Solo un bien es permitido”
Supe entonces que eso era
todo lo que me has querido.

Fernando©

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